En estas épocas que estamos viviendo cobra mayor valor lo planteado por la norma ISO 22301, “seguridad de la sociedad – sistemas de gestión de la continuidad del negocio”, para que empresas y organizaciones verifiquen las buenas prácticas que se tienen para la continuidad del negocio (Business Continuity Management BCM).

Se requiere potenciar tres componentes: gestión de crisis, continuidad de las operaciones, atención de emergencias. La primera para proteger el prestigio de la organización y custodiar el bienestar de los grupos de interés ante situaciones de crisis que pongan en riesgo la permanencia y el cumplimiento de los objetivos estratégicos, sugiero consultar la completa guía de Protiviti.

La continuidad de operaciones tiene que ver con salvaguardar las operaciones críticas de la organización a través de procedimientos, recursos, pruebas y aspectos requeridos para recuperar las actividades criticas ante un evento o incidente de perturbación del negocio.

La atención de emergencias para proteger a las personas, el medio ambiente y los activos ante la manifestación de un incidente y tomar las medidas necesarias para evitar la amplificación de los impactos negativos de este, sugiero consultar el sello de bioseguridad del MinComercio en Colombia.

Si bien al día de hoy se esta operando contra la crisis sanitaria, se debe tener presente que también existen otras situaciones como desastres naturales, fallos internos, fallos energéticos o ataques cibernéticos por los que se debe gestionar la continuidad del negocio.